El partido contra Jordania fue un ensayo general para resolver algunas de las dudas que tenía Luis Enrique antes del Mundial y que se saldó con triunfo por 1-3. El asturiano presentó un once con muchas novedades y donde, como prometió, dio la manija de la delantera a un Ansu Fati estelar.

El técnico, sabiendo que no podrá contar con José Gayá al 100% en los primeros partidos, quiso probar una alternativa al lateral zurdo diferente a la de Jordi Alba. Puso a Aymeric Laporte en dicha demarcación por primera vez desde que es seleccionador sin que el jugador del City terminase de encontrarse cómodo.

Laporte no consiguió ser profundo por la banda y cometió algunos errores en controles que a priori serían fáciles para cualquier lateral. Al central se le vio un poco desubicado, aunque fue uno de los pocos que defensivamente sí cumplió. Luis Enrique podría usarle en un caso excepcional, pero sin duda esta no es su mejor posición.

Siguiendo hacia arriba la alineación titular encontramos que Koke Resurrección apareció por primera vez como pivote defensivo de Luis Enrique y cumplió con nota. El futbolista del Atlético jugó a un toque y dio dinamismo al equipo frente a un rival que no salía de su campo.

Koke puede ser una alternativa en caso de que Luis Enrique se decante en algún momento por poner a Rodri como central y Busquets necesite un relevo. El jugador atlético adelantó al equipo para la presión, algo que aprecia Luis Enrique para bien.

Asensio, mejor de centrocampista

Otro de los experimentos que probó el técnico, aunque esta vez fue por reafirmarse en que no funciona, fue poner a Marco Asensio de delantero centro. El balear ya fue titular en esa demarcación en el partido contra Suiza en Zaragoza hace escasas fechas y volvió a repetir ante la ausencia de Morata.

El jugador del Real Madrid, pese a dar la asistencia del primer gol a Ansu Fati, no cuajó un partido memorable conectando muy pocas veces con el balón en ese sitio. Marco se sintió mucho más cómodo cuando Luis Enrique le bajó a la medular en la segunda mitad. Puede ser una opción si se atascan los partidos gracias a su enorme pegada.

En la segunda parte, Luis Enrique revolucionó el once como había prometido introduciendo más novedades nunca antes vistas en la selección. El técnico apostó por bajar a Carlos Soler a la posición de pivote y a Dani Olmo le introdujo como interior en la medular haciendo una alineación más que ofensiva en busca de más goles.

Ese argumento se justifica en la presencia de un Marco Asensio que pasó de delantero centro a jugar como interior diestro. El balear, al que también probó Ancelotti en la medular, fue junto a Pau Torres el único que disputó los 90 minutos del último ensayo antes del Mundial.

Luis Enrique, como ya había ensayado ante Portugal, sacó a Rodri los últimos 20 minutos para verle de nuevo como central. El futbolista del Manchester City demostró una solvencia enorme sacando el balón jugado y además se le vio muy expeditivo en las pocas acciones en las que tuvo que mediar.

España terminó jugando con cinco jugadores que habitualmente ocupan posiciones de ataque buscando un gol que quizá siga siendo la asignatura pendiente de este equipo frente a rivales que se le cierran. Luis Enrique sacó muchas conclusiones de un ensayo que le permitió ver que Laporte no es su lateral zurdo, que Koke aporta dinamismo como pivote, que Asensio mejor que ocupe cualquier otro sitio que no sea el de delantero y que hay central de garantías con Rodri.